[FF]Barzaj \\\"entre demonios\\\" por l.a.cruz

Sinopsis: Año 2012, El futuro no es como muchos pensaron en su niñez, los autos no vuelan, y aun no convivimos con robots, pero hay un secreto muy bien guardado que  se revelará. La existencia de raza Humana está en peligro, ¿Manifestación divina, o  ciencia y tecnología? seremos castigados por nuestros pecados, o la ciencia es la culpable. Barzaj \\\"entre demonios\\\"

Advertencias (violencia,sexo...): Esta historia no es apta para todo publico, se recomienda leerla a personas mayores de 14 años capaces de distinguir la ficción de la realidad, (muerte, sangre, sexo y misterio)

CAPITULO 1 - primera parte
Esa tarde Marcus salía temprano de la universidad, los estudios por este año ya habían terminado, las calles de las ciudades estaban decoradas de rojo, azul y blanco, la gente esperaba con ansias a que llegara la noche de Navidad, Marcus decidió ir caminando hasta su casa, y de paso entrar en algún centro comercial y comprarle el regalo de navidad de su amada Davey.
Como era de suponer, el centro comercial estaba repleto de gente. Tanto, que se dificultaba caminar a sus anchas, así que decidió no perder tiempo, ya llevaba en mente que regalo compraría, A sus 28 años ya reconocía que cuándo las mujeres miraban algo y decían:
“hay, que lindo, me luciría muy bien con el vestido rojo ¿verdad?, Lastima que ahorita no podemos darnos esos lujos” lo que en realidad estaban diciendo era:
“quiero que me regales eso, cueste lo que cueste”.

Así que por eso, esa tarde de Diciembre del 2012 decidió comprar el collar que Davey había visto. Mientras caminaba hacia el establecimiento donde compraría el collar, con la mirada perdida Marcus pensaba en lo rápido que pasaban los años, recordó sus días de infancia, luego los años de colegio, y aunque siempre soñó con un futuro tecnológico, se encontraba en el año 2012 las maquinas no habían cambiado en absoluto, muchas cosas se habían modernizado pero los autos, aun andaban por los suelos, y cayó en cuenta que su vida había sido tan vacía, y de inmediato despertó, ya estaba frente al mostrador y allí en el mostrador estaba el hermoso collar. Fue así que comprendió que por los siguientes dos días se iba a encontrar en una profunda depresión. De esas cuando piensas que de nada vale la vida.

¿Qué quieres?, o solo vas a quedarte ahí plantado mirando- exclamó una mujer de aproximadamente 40 años, robusta y pequeña de pelo rojo y cortó.
-he, buenas señora, discúlpeme mi intención no era incomodarla – respondió Marcus.
-mmm- hizo un sonido con su boca la señora.
-bueno, en qué te puedo servir jovencito- Continuó la señora.
-si, me gustaría llevarme ese collar que está ahí- respondió de nuevo Marcus
- ya veo, tú fuiste el joven que ayer ha venido a preguntar por el costo del collar-
-si, soy yo.-
-tu novia debe importarte mucho pues este collar es muy costoso, ha decir verdad yo no pensé…-
-por favor señora, tengo un poco de prisa, me asustan los centros comerciales en épocas navideñas, tanta gente a mi alrededor no es de mi agrado- interrumpió Marcus, antes de que la señora se adentrara a conversaciones del siglo pasado.
-entiendo, son 300 pesos- exclamó la señora pasándole una cajita decorada con el collar dentro.
-¡300 pesos!, pero si ayer costaba 280- exclamó Marcus.
-ayer, ya hoy subió, usted debe entender, estamos en épocas navideñas- exclamó la señora con la mirada calvada en Marcus y una sonrisa en su rostro.
-pero ayer también eran épocas navideñas- levantó la voz Marcus.
Luego de un pequeño momento de silencio.
Marcus exclamó – no voy a pelear con usted, si me cobra 300 entonces eso he de pagar-
El coraje recorría el cuerpo de Marcus, recibió el collar, entregó el dinero y sin mirar atrás. Recorrió todo el centro comercial hasta llegar a la salida, en esta ocasión su mirada no estaba perdida, estaba fija en la salida.

Esa Noche Martha salía temprano de su trabajo, el trabajo por ese día ya había terminado, las calles de las ciudades estaban decoradas de blanco, rojo, azul, y verde, la gente esperaba con ansias a que llegara la noche de Navidad, Martha como todas las noches caminaba hasta su casa, aunque el centro comercial aun seguía abierto, ella había tenido un buen día, eran épocas navideñas y los ingresos aumentaban, además estaba agotada de lidiar con los clientes y había decidido ir temprano a casa y descansar con sus dos hijos.

Martha vivía al otro lado de la ciudad, varias calles mas adelante, las luces del centro de la ciudad empezaban a desaparecer, se encontraba en los barrios apartados de las avenidas, si, se encontraba cerca de su casa pero no por eso se encontraba segura, todas las noches era un karma caminar del centro comercial hasta la casa. Le asustaba el saber que un hombre podía aparecer ante sus ojos y violarla, robarla o sencillamente asesinarla. La única alternativa era tomar un servicio de transporte privado pero eran demasiado costosos, fue así como recordó que tan solo tres años atrás, ella usaba tranquilamente el servicio de transporte publico, conocido en esos años como buses; los cuales por cuestión de contaminación fueron eliminados y desterrados de todas las ciudades del planeta. Por esta razón Martha era obligada a caminar todas las noches hasta su casa.

Un Auto se estacionó cerca de Martha y al bajarse la ventanilla un hombre aproximadamente de 50 años dejó ver su rostro y se dirigió a Martha diciendo.
-una señora tan vieja no debe cobrar mucho, ¡súbase!-
Martha sabía muy bien a que se refería ese hombre y también sabía que ese hombre se equivocaba, pero no podía juzgarlo, era fácil que la confundiera con una prostituta, pues aunque las prostitutas al parecer habían sido condenadas a muerte por una ley que aceptaron los gobiernos del mundo entero en el 2010, ley que decía que las mujeres y hombres que vendieran su cuerpo serían asesinados a quemarropa, esto ocurrió luego de un intento de acabar con la prostitución y la transmisión del sida, Y aunque con esto los índices de contagió del sida disminuyeron, en el 2011 la noticia de la cura para el sida, logró además, que las prostitutas volvieran a aparecer pero en sitios aún más clandestinos que en aquellos tiempos.
En realidad el mundo ha cambiado mucho, y el tiempo pasa rápido – pensaba Martha sin prestarle atención al hombre del auto. Tan solo tres años antes el SIDA era una de las peores enfermedades de transmisión que atemorizaban al hombre, Ahora la influencia AH1N1 era letal. Y no había cura.

El hombre del auto sabía muy bien que estaba en el lugar indicado, sus amigos le habían dicho que las prostitutas trabajaban en ese barrio oscuro, no entendía porque la señora no quería subirse a su auto.
-tal vez no debí decirle que cobraba barato- pensó el hombre del auto.
En eso la señora entró por un callejón oscuro en el cual no cabía su automóvil, además pensó que no era la mujer mas bella como para seguirla, y no le preocupó, pues frente a su automóvil habían cinco mujeres mas jóvenes, y semidesnudas.
-por fin llegue donde las putas- pensó el hombre.

De las cinco mujeres una se acercó hasta su automóvil era de cabello rubio, tenia aproximadamente 35 años, su aliento debía apestar, pues acababa de votar una colilla de cigarrillo, completando así un gran montón de colillas, y se disponía a encender otro, no podía respirar sin estar fumando un cigarro pero aun así al hombre no le importó que le hablara cerca al rostro.

-mucho gusto, me llamo Micaela- dijo la mujer
-yo soy Carlos- Respondió él.
-Carlos, ¿qué te trae por aquí?- exclamó Micaela, y antes de que Carlos respondiera, soltó una fuerte carcajada que Martha logró escuchar y atemorizar.

Martha seguía caminando, se había adentrado la parte más oscura, pero afortunadamente terminando el callejón solo debía pasar una calle más y se encontraría en su casa. Todas las noches era lo mismo, el temor se apoderaba ferozmente de su cuerpo pero era incontrolable cuándo caminaba por el oscuro y húmedo callejón. Sus pasos eran ágiles y cada vez más veloces. El reflejo de la noche, las estrellas y la luna en los charcos de la calle eran ferozmente interrumpidos por las pisadas de Martha. Luego de dos minutos podía divisar al fondo el final de callejón, de repente una estruendosa risa de una mujer, hizo que su corazón se acelerará y que sus piernas se detuvieran. Fue ahí cuando escucho y sintió que había alguien detrás de ella...

Nick: l.a.cruz
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